El libro cuenta la historia de un chico que se llamaba Tapani. Lo que más le gustaba, era el fútbol y quería jugar en el equipo de Jukka. Pero Jukka no le dejaba jugar. Y aunque Tapani le regalaba cosas y le animaba, Jukka no quería que estuviera en el equipo.
Un día, Tapani se encontró un patito rojo en la playa. El patito llevaba un mensaje. Como estaba escrito en alemán, se lo llevó a la bibliotecaria para que lo tradujera.
El señor Frisch vivía en Alemania y era camionero. Un día se enfadó con su jefe y tiró todos los patitos que llevaba en el camión al mar. Su jefe lo despidió y se quedó triste. Entonces talló un patito de madera, lo pintó de rojo, le puso un mensaje y lo echó al mar. Ese era el patito que se había encontrado Tapani.
Tapani pudo entrar en el equipo de Jukka. Como pensó que el patito le había dado suerte, le escribió al señor Frisch una carta para darle las gracias.
El señor Frisch al leerla, dejó de estar triste y decidió dedicarse a tallar animales de madera.